domingo, 27 de abril de 2014

# Enséñame algo que no encuentre en Google

 
 
Vaya pasta.
Inscripción a un congreso 540 euros mínimo. Si además tienes que reservar vuelo y hotel te puede salir por un huevo.
Esto es un sindiós: o miras la feria de lejos o te buscas un "sponsor" de los que patrocina "actividades de indudable interés para los congresistas". También podría convertirme en un "experto" en alguna nanocosa ( me ha gustado especialmente el one-minute teaching)  e ir de congreso en congreso hasta que se produzca la saturación o la obsolescencia.
 
Propongo un hashtag:  #EnseñameAlgoQueNoEncuentreEnGoogle para dirigirse a los organizadores de congresos, másters y otros sacaperras. ¡ A ver si nos vamos dando cuenta de que si ha cambiado nuestra conexión ADSL habrá que cambiar la manera de comunicar! Claro que luego vendrá el purista a defender que la relación directa no la cambian unos cuantos baudios ni el olor a papel es comparable a los interminables gigapixeles del ebook. Pero cuidado este personaje suele ser nanoexperto, organizador o estar esponsorizado... o tiene cuenta donde las vacas de Milka vaya usted a saber... porque los neoluditas que yo conozco no lo son por decisión sino por incompetencia.
 
Hombre, a mí también me gusta viajar (llámame raro...) pero no me gusta que me confundan con pamplinas y envoltorios de algo que puedo obtener sin tener que dejar la cuenta bancaria en descubierto (llámame pringao...). Cuando me decidí por la medicina de familia se me fué la lucrativité y no tengo intención de que entre el máster del niño (otra mercantilización sin contenido de la enseñanza que desarrolla el Plan Bolonia), los cursos "engruesacurrículos" y otras zarandajas del show-teaching tenga que repetir el MIR a mi edad y hacer cirugía plástica.
 
 #EnseñameAlgoQueNoEncuentreEnGoogle, que seguro que lo hay. Y mucho. Pero no me vendas huevos Kínder que no me gusta que me toquen los ídem. A lo mejor así puedo elegir si quiero el chocolate  o el camioncito de pichiglás y me sale más barato.

domingo, 16 de marzo de 2014

La atención a la cronicidad busca protagonistas


La llamada "transición epidemiológica" se utiliza para justificar la implantación de nuevas estrategias de "atención a la cronicidad". Se habla de que antes  los ingresos hospitalarios ( parece mentira que tengan que ser los hospitales los que lideren este proceso...) eran de agudos y ahora son de crónicos reagudizados...
Como ocurrió en 1492 con América, ahora se descubre al crónico. Y al igual que entonces, se descubrió que en ese nuevo mundo  había negocio.
 
Dejando a un lado la justificación de un nuevo modelo en vez de potenciar la fortaleza del existente, la oportunidad o el oportunismo de los promotores, las lisonjeras proclamas de liderazgo de la atención primaria o los riesgos de transformación del crónico en clónico, lo cierto es que en nuestro país ya se han producido consensos  y planes autonómicos (1, 2 ,3 ....) para la implantación del nuevo modelo.
 
Nos toca, por tanto, a los médicos de familia estar aliquindoi para hacer efectiva la propuesta de liderazgo que se nos ofrece en este nuevo escenario.
 
Aunque, por supuesto,  no debiera obviarse el aspecto conceptual, sería bueno que los médicos de familia estableciéramos el nivel de discusión en el nivel operativo ya que parece que, con algunos matices, la decisión estratégica de los diversos servicios de salud autonómicos está tomada.
 
Desde este punto de vista, nada mejor que utilizar los propios documentos elaborados por las consejerías respectivas y exigir su  coherencia interna: el desarrollo competencial de la atención primaria, la apuesta por la promoción de la salud en la comunidad, la atención integral (bio-psico-social) del paciente crónico, el desarrollo(real) de la gestión compartida con enfermería, el desarrollo de las TIC con una historia de salud electrónica ergonómica ,adaptada a las condiciones reales de práctica clínica y con un sistema de feed-back ágil que permita la introducción de nuevos items o la modificación de los existentes para disponer de un soporte útil (también) al clínico la prestación de servicios donde sea más eficiente... y todo ello con el auténtico liderazgo de la atención primaria.
 
Se trata de hacer lo que siempre hemos hecho ( o hemos debido hacer) pero con unas nuevas gafas que pongan más énfasis en el desarrollo competencial y de recursos necesario para gestionar de modo eficiente todas las etapas en las que puede estratificarse la atención y todo esto sin perder de vista la irrenunciable individualidad de la persona con enfermedades crónicas.

 Habrá por tanto que "dejar de hacer para hacer".

 El desarrollo efectivo de la gestión de la demanda compartida entre medicina y enfermería de atención primaria huyendo de actitudes cainitas o de "apriorismos" puede ser, entre otras,  una de las oportunidades que nos brinde esta nueva estrategia. La desidia nos puede convertir en comparsas de una obra que se desarrollará con o sin nuestro protagonismo.
 
 




domingo, 2 de marzo de 2014

Crónica de Crónicos

 

Aviso a navegantes. Los cajeros automáticos hace algún tiempo que ya dispensan medicación para pacientes crónicos. Es más accesible y se evitan absurdos circuitos burocráticos. Podemos vislumbrar a corto plazo su extensión a toda la red de farmacias.El negocio farmaceútico  se ha desplazado a los desarrolladores de robots expendedores de pastillas.
El paciente acude con su tarjeta sanitaria electrónica a retirar sus medicamentos de un cajero automático en el horario que prefiera. La mayoría, cuando aprenden el sistema, solo aprecian ventajas: en realidad la labor de farmacia comunitaria se agostó como los hombres plantados de amanece que no es poco.
A los clientes con dificultad en la movilidad pero sin dificultad en la cuenta corriente se les lleva la medicación a su domicilio mediante drones.

 Muy atrás quedó la antigüa polémica sobre externalizaciones y sanidad pública. Ahora se empodera (ja)  a los ciudadanos para que tomen sus "libres" decisiones en el parqué sanitario. Soluciones personales, eso es lo que mola. Las llamadas de teléfono a la sobremesa, ya no son de  compañías telefónicas para interrumpir la siesta; sino de  "su" agente de salud que les ofrece  un "paquete de asistencia total", que por supuesto incluye en su versión "full relax" un pet de cuerpo entero anual y una determinación de biomarcadores adaptados a su genoma.

Por supuesto, los médicos de familia también se agostaron. Solo queda una minúscula asociación que, en lo que queda de España, comparte local con una fundación para la protección del lince ibérico y a la que la CIA mantiene clasificada en un archivo en el que se mezclan de manera artificiosa neoluditas, dospuntoceristas, y supervivientes de Guantánamo.

Cuando la medicina de familia perdió definitivamente la guerra en la batalla de los Chronic Care Model los pacientes crónicos se transformaron progresivamente en pacientes clónicos. Hologramas de antigüos consejeros de salud puertagiratorios  ahora promocionan  evolucionados planes de salud ocupando  las otrora instalaciones de los  Centros de Salud.

La pirámide poblacional y la pirámide Kaiser Permanente se han transformado, como se preveía, hasta adoptar la misma forma de pirámide invertida de manera que los cuidados profesionales ( remunerados, por supuesto) ocupan la base y la promoción de la salud la puntita.

El nuevo modelo es, en general, bien aceptado.Solo algunos exaltados de la falange "Barbara Starfield" al grito de "Alma Ata me Mata"  siguen provocando con  sus protesta algunos altercados, pero son  convenientemente controlados por los mamporreros del business sanitario.

 

jueves, 16 de enero de 2014

El tiempo es un paquete de golosinas


Mario Andrade toma la palabra en el libro de Joan Carles March "Equipos con emoción" para-- con emoción-- proclamar la importancia de la gestión de su tiempo. El tiempo es una mercancía que se va agotando sin posibilidad de rellenar. Y tan valioso que hay que aprovechar cada segundo. En eso estamos...
 





Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora.

Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras
las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a
saborearlas profundamente.

Por todo eso, ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se
discuten cosas etéreas, sin concretar ni solucionar nada.


No quiero estar en reuniones donde desfilan personas que se escuchan a
sí mismos, no respetan tiempos ni directrices y no tienen en cuenta las
opiniones del resto.


Ya no tengo tiempo para que las reuniones se llenen de palabras que generan
heridas e infecciones porque lanzan bichos llenos de acusaciones o amenazas,
de menosprecios o generalizaciones. Me gustan los hechos que hablan más alto
que las palabras.


Ya no tengo tiempo para que en las reuniones haya personas que buscan
quedar siempre por encima del resto, machacando a las personas que tienen
delante a las que creen inferiores.


No me gusta la gente que lo que hace en las reuniones es maniobrar para
quedar bien o hacerte quedar mal, tirando la piedra sin enseñar la mano, o
buscando sacar ventaja sin ofrecer nada a cambio


Mejor dicho, me molestan los que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

No me gustan las personas que no discuten contenidos, sino que se quedan apenas con los títulos y luchan por un majestuoso cargo. Y mi tiempo es escaso como para discutir títulos.


Quiero la esencia.

Y es que mi alma tiene prisa... Ya no tengo muchas golosinas en el paquete...

Y lo que quiero y me gusta es vivir al lado de gente humana, muy humana que respeta, valora, refuerza, pregunta, escucha, empatiza, retroalimenta, acoge, repite si es necesario, concreta...

Me gusta la gente que sabe reír, que aprende de sus errores .Que no se envanece con sus triunfos. Que no se considera electa, antes de hora. Que no huye, de sus responsabilidades. Que defiende la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...
Gente a quien los golpes duros de la vida, le imprimió carácter y le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
 
Sí... tengo prisa... por vivir con intensidad.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan...

Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho.

Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás.

Adaptado de Mario de Andrade (Poeta, novelista y musicólogo brasileño