Vaya pasta.
Inscripción a un congreso 540 euros mínimo. Si además tienes que reservar vuelo y hotel te puede salir por un huevo.
Esto es un sindiós: o miras la feria de lejos o te buscas un "sponsor" de los que patrocina "actividades de indudable interés para los congresistas". También podría convertirme en un "experto" en alguna nanocosa ( me ha gustado especialmente el one-minute teaching) e ir de congreso en congreso hasta que se produzca la saturación o la obsolescencia.
Propongo un hashtag: #EnseñameAlgoQueNoEncuentreEnGoogle para dirigirse a los organizadores de congresos, másters y otros sacaperras. ¡ A ver si nos vamos dando cuenta de que si ha cambiado nuestra conexión ADSL habrá que cambiar la manera de comunicar! Claro que luego vendrá el purista a defender que la relación directa no la cambian unos cuantos baudios ni el olor a papel es comparable a los interminables gigapixeles del ebook. Pero cuidado este personaje suele ser nanoexperto, organizador o estar esponsorizado... o tiene cuenta donde las vacas de Milka vaya usted a saber... porque los neoluditas que yo conozco no lo son por decisión sino por incompetencia.
Hombre, a mí también me gusta viajar (llámame raro...) pero no me gusta que me confundan con pamplinas y envoltorios de algo que puedo obtener sin tener que dejar la cuenta bancaria en descubierto (llámame pringao...). Cuando me decidí por la medicina de familia se me fué la lucrativité y no tengo intención de que entre el máster del niño (otra mercantilización sin contenido de la enseñanza que desarrolla el Plan Bolonia), los cursos "engruesacurrículos" y otras zarandajas del show-teaching tenga que repetir el MIR a mi edad y hacer cirugía plástica.
#EnseñameAlgoQueNoEncuentreEnGoogle, que seguro que lo hay. Y mucho. Pero no me vendas huevos Kínder que no me gusta que me toquen los ídem. A lo mejor así puedo elegir si quiero el chocolate o el camioncito de pichiglás y me sale más barato.